Sólo hay una salida para los sufrimientos pasando por ellos,
Dios nunca te dará más de lo que puedes cargar.
Así que carga tu cruz y regocíjate en el premio.
Aprendamos a cargar nuestra cruz sin renegar y sólo pidamos al Señor fuerza y fortaleza para salir adelante y salir triunfadores.
Cualquiera sea tu cruz,
Cualquiera sea tu dolor,
siempre habrá un resplandor, un atardecer,
después de la lluvia.
Quizás puedas tropezar,
quizás hasta caer.
Pero Dios siempre está listo
a responder a tu llamada
Dios siempre enviará un arco iris
después de la lluvia.
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